lunes, 31 de enero de 2022

Te explicamos cómo funciona el nuevo bono de alquiler para jóvenes

Las personas de menos de 35 años pueden acogerse a esta medida si cumplen determinadas condiciones.

¿Cuándo se pondrá en marcha?

  • Se puede solicitar desde el 18 de enero de 2022.

Requisitos

  • La persona solicitante debe tener entre 18 y 35 años.
  • Debe estar trabajando.
  • Con una renta no superior a 24.318€ brutos anuales.
  • En mensualidades se puede traducir de la siguiente manera:
  • - 12 pagas anuales: 2.026€ brutos al mes.
  • - 14 pagas anuales: 1.737€ brutos al mes.
  • Limitado a alquileres de alrededor de 600€, aunque las Comunidades Autónomas que lo deseen pueden ampliar ese límite a 900€ mensuales.
  • La vivienda tiene que ser la habitual.

¿Cómo solicitar EL Bono alquiler joven?

  • En todas las oficinas de vivienda de las CCAA, o por vía telemática en la sede electrónica de cada comunidad.

¿De cuánto dinero es el Bono?

  • 250€ al mes durante dos años, por joven y no por vivienda.

¿Cuánta inversión se ha destinado?

  • 200 millones de euros.

Para más información, afíliate a CCOO:

viernes, 21 de enero de 2022

El Gobierno acuerda con los sindicatos revisar las condiciones de los funcionarios

 Función Pública pacta con CC OO, UGT y CSIF un calendario negociador en el que se abordará una revisión salarial de los empleados públicos


GORKA R. PÉREZ

Madrid - 20 ENE 2022 - 17:45 CET


Los tres sindicatos más representativos en la Administración, CC OO, UGT y CSIF, han alcanzado un acuerdo con el Gobierno para diseñar un calendario negociador en el que se abordará la mejoría de la situación de los trabajadores públicos. Por medio de un comunicado conjunto, las organizaciones han anunciado que los encuentros con el Ministerio de Hacienda y Función Pública comenzarán el próximo 10 de febrero, y que en ellos se determinará una senda de modificaciones donde se abordarán apartados como la digitalización, la jubilación, la promoción interna, la movilidad y la carrera profesional, además de una revisión de sus remuneraciones.

Los representantes del colectivo de funcionarios, de algo menos de tres millones de personas según el último registro de Función Pública, vienen denunciado durante los últimos años una pérdida de poder adquisitivo, además de una merma de efectivos que ha comprometido el correcto ejercicio de sus funciones. Aunque el Gobierno decretó un aumento de los sueldos públicos del 0,9% en 2021, este se quedó muy lejos del 3,1% de subida media que registró el IPC el año pasado. En los Presupuestos de 2022 se determinó un nuevo incremento, esta vez del 2%, que organizaciones como CSIF califican de insuficiente, pues consideran que debe situarse, como mínimo, en el 3,6%. “Con la inflación de este año, los empleados públicos arrastramos una pérdida del poder adquisitivo superior al 13%, esto es insostenible y no se corresponde con el papel fundamental que están demostrando durante la pandemia”, señala Francisco Lama, secretario de Acción Sindical de CSIF. “Nuestro objetivo es definir una senda de crecimiento plurianual que de estabilidad a los trabajadores públicos”, apunta Isabel Araque, secretaria de Acción Sindical de UGT Servicios Públicos.

Además de pactar este horizonte negociador, durante la reunión que CC OO, UGT y CSIF han mantenido en el marco de la comisión de seguimiento del plan de choque para reducir la temporalidad se han analizado los instrumentos para establecer los criterios para el desarrollo de la nueva ley de temporalidad. “Lo que hemos buscado es que todas las administraciones tengan una hoja de ruta similar, sin obviar las peculiaridades que tienen todos los territorios”, añade Araque. Esta norma entró en vigor el pasado 30 de diciembre con el objetivo de rebajar la elevada tasa de temporalidad que presenta la Administración (31,6%) hasta el 8%. Se trata de un compromiso que adquirió el Gobierno con la Unión Europea a través de las reformas contenidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Sin embargo, la fórmula seleccionada para llevar a cabo esta regularización no convence a todas las organizaciones sindicales. Que el proceso de estabilización se lleve a cabo por medio de concursos y no oposiciones para puestos de trabajo en la Administración que hayan estado ocupados de forma temporal durante al menos cinco años, genera dudas legales en los agentes sociales. Según recoge la norma, las plazas que hubieran estado ocupadas con carácter temporal de manera ininterrumpida desde antes del 1 de enero de 2016 se convocarán por el sistema de concurso de manera excepcional. Esto significa que las plazas estructurales de la Administración que lleven al menos cinco años ocupadas de forma interina, así como las ocupadas por personas interinas que lleven más de cinco años empleadas en la Administración se convocarán a través de este proceso extraordinario para su estabilización.

Seguridad jurídica

El formato seleccionado será el de concurso-oposición, contando para el primer apartado con un 40% del peso de la evaluación. Además, la experiencia será el elemento determinante en la valoración. Los ejercicios de la fase de oposición, por el contrario, podrán considerarse no eliminatorios. Estos planteamientos son los que, según reconocen algunas fuentes del diálogo social, generaban mayor incertidumbre legal, pues con ellas se podría vulnerar el derecho igualitario de acceso a los puestos públicos que protege la Constitución. Sin embargo, tras su aprobación el pasado 2 de diciembre en el Congreso, y posteriormente en el Senado, el sistema de estabilización no ha variado.

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“Los sindicatos han pedido que el desarrollo de los procesos selectivos derivados de la Ley 20/2021 deben ofrecer seguridad jurídica y garantizar el principio de equidad para evitar que se produzcan situaciones lesivas para los y las aspirantes”, recoge, sin embargo, el comunicado.


jueves, 20 de enero de 2022

INGRESO MÍNIMO VITAL

 Ley 19/2021 de 20 de Diciembre Derecho Subjetivo a una prestación económica, que garantiza el nivel mínimo de renta a personas en situación de vulnerabilidad, por carecer de recursos económicos suficientes para cubrir las necesidades básicas, con el objetivo de prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social.

¿Para quién?
Requisitos principales de acceso:
  • Encontrarse en situación de vulnerabilidad económica.
  • Tener una edad entre 23 a 65 años, salvo personas ex tuteladas, que podrán solicitar entre 18 y 22 años.
  • Que formen una unidad de convivencia constituida con 6 meses de anterioridad a la solicitud.
  • Personas que viven solas o que comparten domicilio sin vínculo matrimonial o pareja de hecho.
  • Con residencia legal en España desde un año antes de la solicitud.
¿Dónde se solicita?
Sedes provinciales de la Seguridad Social
web: https://imv.seg-social.es/
Teléfono de Información: 900 20 22 22

Tabla de cuantías IMV 2022
Unidad de convivencia
Una persona adulta sola€/mes:491,63 €
Una persona adulta y 1 menor:747,28 €
Una persona adulta y 2 menores: 894,77 €
Una persona adulta y 3 menores: 1.042,26 €
Una persona adulta y 4 ó + menores:1 .081,59 €
Dos personas adultas: 639,12€
Dos personas adultas y 1 menor: 786,61€
Dos personas adultas y 2 menores: 934,10€
Dos personas adultas y 3 ó + menores: 1.081,59€
Tres personas adultas: 786,61€
Tres personas adultas y 1 menor: 934,1€ 
Tres personas adultas y 2 ó + menores:1.081,59€
Cuatro personas adultas: 934,1€
Cuatro personas adultas y 1 menor:1.081,59€
Otros: 1.081,59€

Complementos:
1.Ayudas a la Infancia:
(cuantía mensual por menor)
  • de 0 a 3 años: 100€
  • de 3 a 6 años: 70€
  • de 6 a 18 años: 50€
2.Ayudas a la discapacidad:
Incremento de un 22% a personas
con discapacidad reconocida igual o
superior al 65%













miércoles, 19 de enero de 2022

CCOO-CyL se compromete con las personas trabajadoras independientemente de su lugar de origen

 Las Comisiones Obreras de Castilla y León nos comprometemos con las personas trabajadoras independientemente de su lugar de origen. Esta máxima la llevamos a rajatabla en el día a día en todas nuestras sedes repartidas por la Comunidad. Además, son casi 2.000 los afiliados y las afiliadas de origen extranjero en nuestra organización a día de hoy.

Todo este trabajo lo hacemos a través de los CITE (Centros de Información para Personas Trabajadoras Migrantes), desde donde extendemos la política sindical en materia de migraciones. Porque, si no conseguimos superar la barrera del racismo, no será posible la cohesión social ni en nuestras localidades ni en nuestros centros de trabajo. Los CITE de Comisiones Obreras son un servicio gratuito que realiza actividades dentro del Programa para la Inserción Social y Laboral de las personas inmigrantes y emigrantes de Castilla y León.

Finalizamos el año con 17 centros CITE abiertos en la Comunidad, ocho de ellas en comarcas, intentando llegar donde otros servicios e incluso las propias administraciones, no llegan: Toro, Benavente (ambas en Zamora), Cuéllar (Segovia), Guijuelo (Salamanca), Medina del Campo (Valladolid), Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Briviesca (las tres en Burgos) y Ponferrada (El Bierzo-León).

El servicio de atención personalizada funciona con cita previa y se han atendido hasta el momento más de 1.500 personas, de las que más de la mitad se acercaban por primera vez al CITE. Los temas más demandados en las más de 2.500 visitas son los relativos al trámite de obtención de la nacionalidad española y trámites de extranjería.

Se ha incrementado la presencia de personas solicitantes de protección internacional en nuestros locales y el de personas que van “cayendo en la irregularidad”; a veces porque se les deniega la protección internacional y, otras veces, porque no consiguen condiciones laborales que les permitan mantener su permiso de trabajo.

Conseguir la nacionalidad española se convierte en una manera de evitarse problemas burocráticos así que las personas que llevan más de 10 años residiendo, optan por este trámite. Sin embargo, está lleno de dificultades: hay que superar exámenes, conseguir documentación del país de origen, abonar cantidades que oscilan entre los 200 y 400€ y superar la barrera tecnológica de hacer el trámite de solicitud de forma telemática. Hay personas que llegan a pagar centenares de euros simplemente porque les tramiten la solicitud on line y les avisen cuando llegue la respuesta. Aquí no acaba todo, incluso cuando, 18 meses después si tienes suerte, te llega la respuesta, será complicado conseguir una cita en el registro civil para hacer el último trámite “la jura” sin el cual no se obtiene la nacionalidad.

Por eso, desde los CITE ayudamos a recopilar la documentación, informamos de los trámites y ayudamos a preparar los exámenes. Hemos tenido más de 1.200 consultas y 193 personas han participado en los 23 talleres presenciales sobre nacionalidad española.

Los talleres virtuales, las charlas on line y las plataformas de formación semipresencial son una manera de llegar a personas que, de otra manera, no podrían asistir en una Comunidad tan amplia como esta. En la pandemia exploramos estas posibilidades y las hemos mantenido por el buen resultado. En la memoria resumen adjunta podréis consultar las actividades realizadas.

Pero, como sindicato, no podemos dejar de estar codo con codo con la gente y sus situaciones. Por ello, en cuanto se ha podido, se han recuperado los talleres presenciales de derechos laborales y se han reanudado las visitas a centros de trabajo: el campo, la hostelería, los centros asistenciales y educativos son los mayoritarios.

Nuestra labor de visibilización y denuncia se ha centrado este año en las mujeres inmigrantes. El IV Observatorio Sindical de las Migraciones se dio a conocer en ruedas de prensa y en varias jornadas en las que invitamos a participar a mujeres de origen extranjero para conocer su situación de primera mano.

Una de las soluciones a la segregación laboral y a la brecha salarial que sufren las personas trabajadoras extranjeras es la mejora de su empleabilidad a través de la recualificación y formación. Así, Comisiones Obreras negociamos con la Junta e informamos sobre procesos como la acreditación de competencias profesionales, las pruebas de competencias clave o el reconocimiento de titulaciones extranjeras.

miércoles, 12 de enero de 2022

La pérdida de poder adquisitivo de los salarios profundiza la herida de la desigualdad

 

Un estudio de la Fundación La Caixa apunta a que las rentas más bajas registran la peor evolución desde 2008


Madrid - 

Victor Javier Cavia, de 51 años, lleva más de dos con el sueldo congelado después de que el convenio colectivo que regula sus condiciones laborales caducase. Lo que en años anteriores —con los precios aún contenidos— sería un problema menor, se ha convertido en un golpe de calado para su economía familiar: el mordisco de la inflación ya empieza a notarse en su bolsillo y nada hace presagiar que las tornas vayan a cambiar pronto. “Siempre me ha gustado mucho leer y he tenido que reducir el gasto en libros y periódicos. Antes iba también a muchos más espectáculos. Ahora hasta salir a comer fuera el finde parece que se está convirtiendo en una actividad de millonario”, se queja.

Cavia cuenta con el apoyo de un comité de empresa que lleva dos años en negociaciones con la patronal para cerrar un nuevo acuerdo. Sin embargo, hasta el momento han tenido muy pocos avances: las reuniones, lamenta, se suceden, pero la dirección de la compañía permanece enrocada. “Se escudan en que no existe convenio y, hasta que no haya, no se aplicará ninguna subida. Nos ha propuesto un incremento retributivo del 1,5% para este año, pero los sindicatos lo han rechazado”. Él defiende la posición sindical: “Es un insulto que pretendan subir tan poco los salarios cuando el IPC está tan alto”.

El caso de este coordinador de operadores de marketing en una multinacional de servicios ejemplifica a la perfección lo que está sucediendo en España, donde millones de empleados lidian estos días con la pérdida de poder adquisitivo. Tras años de precios aletargados, el despertar abrupto de la inflación está emborronando aún más la ya de por sí negativa estampa de la desigualdad en España: cuando aún no se había logrado suturar del todo la brecha abierta por la Gran Recesión, la Gran Reclusión de marzo de 2020 ha cronificado una lacra social que viene de lejos. Desde 2008, como ponen negro sobre blanco los profesores Olga Cantó (Universidad de Alcalá de Henares) y Luis Ayala (UNED) en un estudio recién publicado por la Fundación La Caixa, “la peor evolución la han registrado las rentas más bajas, y la mejor, las más altas”.

Un vistazo a la encuesta de estructura salarial del Instituto Nacional de Estadística refuerza el significado de esa frase. En 2007, el salario medio anual más bajo estaba en la hostelería con 14.000 euros, un 31% por debajo de la media. En 2019, último año del que se dispone ese dato, apenas había subido a 14.561 euros anuales, y su distancia con la media se había agrandado al 40%. En ese mismo periodo, los mejor pagados han subido bastante más: los trabajos en actividades financieras han pasado de 38.870 euros anuales a 44.302. Y los empleados encuadrados en el epígrafe de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado han mejorado sus condiciones de 34.100 euros a 52.162 euros de media.

Aunque la inflación da síntomas de aproximarse a su techo en Europa, el encarecimiento del coste de la vida y su consecuencia más nefasta, la pérdida de poder adquisitivo, están entre las grandes preocupaciones a pie de calle. La inflación en España cerró diciembre en el 6,7%, su umbral más alto en casi tres décadas, y la media de alzas de precios en 2021 fue del 3,1%, la más elevada en una década. Ampliando el foco, el impacto puede parecer menos fiero. Desde 2007, en la antesala de la crisis financiera, ha habido cinco años con precios medios en negativo, cuatro ejercicios con la inflación por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE), y seis años con niveles iguales o superiores a los que busca Fráncfort.

Los salarios, sin embargo, han quedado rezagados. La Agencia Tributaria cifra en el 10,2% su crecimiento medio entre 2007 y 2020 —incluidos trabajadores públicos y privados, así como directivos y empleados rasos, más vulnerables al despido cuando viene una crisis—, mientras que en ese periodo la inflación repuntó, según el INE, un 20,3%, prácticamente el doble.

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Rentas cada vez más polarizadas

La crisis sanitaria ha sido el colofón para una peligrosa senda de aumento de la desigualdad iniciada tras la crisis financiera. El impacto del virus sobre la economía ha ensanchado aún más esa brecha: las simulaciones disponibles —la única herramienta de trabajo hasta que las estadísticas fehacientes confirmen la mayor— apuntan a que la inequidad no solo creció con fuerza en España, sino que lo hizo a un ritmo mayor que en el resto de países del entorno europeo. Más desigualdad, por tanto, en uno de los territorios más desiguales del bloque comunitario. Todo, en un entorno de rentas cada vez más polarizadas: el grupo de población con ingresos medios es hoy menor que hace 30 años y sustancialmente más bajo que en los países más ricos de la UE.

En la década anterior a 2019 (hasta donde alcanzan los datos del Instituto Nacional de Estadística), el salario medio por hora trabajada ha pasado de casi 14 a cerca de 16 euros, con una brecha importante —y persistente— entre quienes cuentan con un contrato de trabajo a tiempo completo y quienes solo pueden acceder a uno a tiempo parcial. El reciente incremento acelerado del salario mínimo, que en menos de un lustro ha pasado de 655 a 965 euros ha mejorado las cosas para quienes están en la parte baja de la distribución.

En paralelo, la rentabilidad del capital no ha dejado de crecer: quienes están en el lado opuesto de la escala, los más pudientes, han visto cómo las inversiones en Bolsa —los parqués internacionales ya valen el doble que en el peor momento de la pandemia— y, sobre todo, en ladrillo, no han dejado de crecer ni siquiera en los casi dos años transcurridos desde el estallido del coronavirus.

Esta desigual distribución de los ingresos es, como subrayan Cantó y Ayalá en el estudio que presentarán este jueves en Barcelona, “uno de los problemas sociales y económicos más importantes de España”. Es, añaden, “una situación que persiste en el tiempo y que nos hace más vulnerables a posibles shocks económicos adversos” y que el crecimiento económico no es capaz de atajar per se, ”dado que la estructura productiva y las características de las ocupaciones y de nuestro mercado de trabajo tienden a generar empleos de bajo salario, además de por la mayor extensión del desempleo”. No lo será, al menos, mientras no se mejore la capacidad resdistributiva del sistema tributario, también peor que en otros países del entorno. “Esas características estructurales hacen que cuando la economía decrece la desigualdad aumente mucho, normalmente por la vía de un rápido incremento del número de hogares con rentas bajas y la caída del peso relativo del número de hogares con rentas medias”, agregan. Exactamente lo que ha ocurrido en los meses más crudos de la crisis sanitaria.

El despertar inflacionista

No corren buenos tiempos para los amantes de los tonos grises. La economía se ha mostrado capaz de saltar de un riesgo a su contrario sin apenas transición. Eso es exactamente lo que ha sucedido con la inflación: hace un año, la amenaza de deflación centraba el debate tras un 2020 con los niveles de precios en negativo para España. ¿Iba a provocar la pandemia una espiral de caídas que redujera los beneficios de las empresas y las empujara a rebajar salarios? Lo inusual del fenómeno del virus y los confinamientos complicó a los economistas la búsqueda de precedentes. Y con sus propias tesis bajo el brazo, tomaron partido decantándose hacia un lado y el opuesto. Deflación o inflación extrema.

“El riesgo mayor es que la pandemia provoque una deflación en la economía global”, concluía Peter Bofinger, profesor en la Universidad de Würzburg y antiguo miembro del comité de sabios que asesora al Gobierno alemán, allá por el verano de 2020. El tiempo ha dado la razón a los que opinaban lo contrario, y los ritmos cada vez más alejados de salarios y precios han creado dos bandos que discrepan en la respuesta.

Los sindicatos han hecho suya la frase “¡pagadles más!” con la que el presidente estadounidense, Joe Biden, se dirigió a los empresarios que se quejaban de que no eran capaces de encontrar trabajadores para cubrir sus vacantes. Comisiones Obreras calcula que el poder de compra ha caído un 6,2% en los últimos 11 años, un retroceso del que culpa en gran parte a la reforma laboral aprobada por el PP en 2012. Chema Martínez, secretario general de la división de servicios del sindicato CC OO, cree que en los salarios bajos “se ha notado mucho que han estado evolucionando por debajo del IPC”. Martínez, sin embargo, se muestra comprensivo con que no hay que acompañar la subida de la inflación en un momento en que está disparada, “pero sí garantizar que los salarios recuperen poder adquisitivo en un horizonte de dos o tres años vista”, cuando los precios podrían moderarse.

En el lado opuesto, la patronal de empresarios CEOE defiende que una subida salarial desmedida generaría desempleo y volvería permanente un fenómeno como la inflación, que ahora consideran transitorio. La misma opinión que lleva meses repitiendo el BCE, temeroso de los llamados efectos de segunda ronda. En ese cara a cara, de momento, se imponen los segundos por goleada.

BECAS AL ESTUDIO

AMPLIACION DEL PERIODO DE DISFRUTE DE VACACIONES Y MOSCOSOS DEL AÑO 2020

  INFORMA        2ª Ampliación disfrute días permiso 2020 Se amplía el período para disfrutar los días correspondientes a las vacaciones...

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